En estos momentos me encuentro lejos de mi residencia habitual, alternando lugar de alojamiento, motivo por el cual el acceso a internet para gestionar el blog se me dificulta bastante. Por razones técnicas ajenas a mi quehacer, el servidor del blog ha sufrido fallos que resultan graves para mi trabajo en la plataforma de gestión del blog. Entre otras cosas, puedes observar que han desaparecido muchos de los comentarios de las últimas entradas publicadas.
Lo peor de todo es que un duro trabajo realizado en el último mes para tener programadas las entradas de las tres próximas semanas (al tener previsto no estar en casa, realicé las entradas hasta octubre y las programé) ha desaparecido, llevando al traste un esfuerzo pasado que no tiene precio para mi. Una vez programadas las entradas, tan sólo tenía que preocuparme de atender a vuestros comentarios y peticiones. Te puedes imaginar la cara de pringao que se te queda, y el consiguiente empiñonamiento que pillas.
Si no arreglan el destrozo, tendré que clausurar el blog hasta dentro de un par de semanas. Quizás pudiera publicar alguna entrada que guardé en formato word, pero no prometo nada. De todos modos, teniendo la esperanza de que vuelvan a aparecer o que tenga la posibilidad de publicar alguna entrada guardada en el ordenador, sí que podré participar en comentarios y debates.
Un saludo a todos y perdón por las molestias.
Otro ejemplo real para entender que la táctica que mejor funciona es la de estar metido en bolsa con compañías que den dividiendos.
Me escribe un hombre sobre su inversión y me dice lo siguiente: «Yo tengo acciones de Telefónica desde 1983. Los dividendos y lo que ahorro lo invierto sistemáticamente en nuevas acciones, sin vender nada. Ahora tengo 33.400 acciones de Telefónicas( con un dividendo de 1,75€ por acción en 2011 me genera 58450€ al año de dividendos y sigo comprando para dejarselas a mis hijos.