Cuando nos disponemos a configurar nuestra cartera de inversión con el fin de sacar partido a nuestros ahorros, debemos tener en cuenta, entre otros, dos factores fundamentales en los activos a elegir:
– La rentabilidad esperada a largo plazo
– La volatilidad en el corto-medio plazo
El gráfico que te muestro a continuación detalla las distintas rentabilidades a muy largo plazo que consiguen los principales tipos de activos:
Tal y como vemos, la superioridad de las acciones a largo plazo es manifiesta, permitiendo superar a la infación y obtener una rentabilidad extra.
En el caso de los bonos, la inflación también sería superada en el largo plazo, pero el problema es que el extra de rentabilidad no nos daría para mucho si queremos disponer en el futuro de un porcentaje de lo acumulado. Para más info sobre esto ver Después de alcanzar la ¿libertad financiera?
El caso del oro es bastante peculiar. Su volatilidad es bastante alta, pero su rentabilidad a largo plazo es casi exactamente igual a la inflación acumulada. Por lo tanto, por sí solo, es un producto de ahorro, pero no de inversión. Otra cosa es que, debido a su descorrelación con el resto de productos, lo usemos en conjunto como sucede en el permanent portfolio.
Por último, el dinero. Ocurre lo mismo que con el oro, pero peor. Ni siquiera es un buen ahorro, ya que debido a la inflación, va perdiendo valor con el paso del tiempo. El dinero en efectivo lo podemos usar para:
– Gastarlo.
– Generar nuestro colchón mínimo de seguridad para emergencias.
– Generar ahorro para una compra o proyecto de medio plazo (Viajes, cambio de coche, mobiliario,…)
– Utilizarlo también en la versión «lazy» de la cartera permanente.
Por lo tanto, cuanto más joven seas, menos debe importante la volatilidad del corto-medio plazo, y más importancia debes darle a la rentabilidad a largo plazo. Teniendo en cuenta esto, y tu aversión a los vaivenes del mercado, no te resultará complicado crear tu propia cartera de inversión.
Esta gráfica la vi por primera vez en el libro del «Paseo Aleatorio». La he vuelto a encontrar (muy bien explicada, por cierto) en los «Cuatro pilares de la inversión». Para mi es la gráfica más importante que existe y es la que me ha hecho ver la luz de verdad.
Otra cosa: Ojo con la escala vertical, que es logarítmica!. Si estuviese a una escala normal no tendriamos papel para ver la superioridad de las acciones frente a cualquier producto en el largo plazo.
@igor76, eso es, del estudio de esta gráfica se podrían sacar más conclusiones interesantes que del estudio del análisis técnico de un millón de acciones.
Según esto en los próximos 5-10 años deberíamos asistir a otro buen tirón…
¡Lo siento! Ya estoy intentado predecir los gráficos jejeje
@Pistachu, jajaja. En mi opinión, según esto, está clarísimo que en los próximos 5-10 años…, no tenemos ni la más remota idea de qué pasará. 🙂
Es una gráfica para mi imprescindible, en mi caso es el reflejo de mi asset allocation , todo tipo de activos (indices globales) siguiendo el ejemplo de Harry Browne (que por cierto, conocí en este blog) ponderando acciones y bonos. El tiempo dirá si es acertado o no…
El dinero donde mejor esta es gastado.
s2
La rentabilidad de las acciones es sumando los dividendos y reinvirtiendolos?
@esponja, desde luego que es imprescindible para construir tu allocation de forma coherente.
@Sco, efectivamente el dinero solo sirve para gastarlo. El problema es tener la necesidad de gastarlo y no tenerlo.
@keito, es el rendimiento total, con dividendos incluidos.
entedemos q la rentabilidad de las acciones vienen marcado por el sp500 no???como lo hubiese hecho el vig??
@monaco, no hay forma de saberlo porque no existen datos históricos suficientes.