Aunque el índice de precios al consumo (IPC) experimentó una caída significativa en marzo, alcanzó un mínimo de año y medio con un 3,3% y una disminución de 2,7 puntos respecto a febrero, en general no ha proporcionado un alivio a los consumidores españoles.
De hecho, aunque la tasa de inflación general ha disminuido, el costo de vida sigue aumentando y la inflación subyacente, que es más precisa en el corto y mediano plazo al no considerar elementos volátiles como los alimentos no elaborados (frutas o verduras), la energía (gas, luz, etc.) y el combustible, sigue siendo elevado con un 7,5%, apenas una décima por debajo del máximo histórico registrado en febrero.
Los productos que apenas se han visto afectados por la Inflación
Lo mismo se aplica a la compra de alimentos. Aunque la tasa de variación del IPC de los alimentos se ha moderado ligeramente, disminuyendo solo unas décimas hasta el 16,5%, después de alcanzar un máximo histórico del 16,6% en febrero.
A pesar del aumento generalizado del costo de vida, algunos productos y servicios han logrado estabilizarse al margen de la inflación y se han abaratado en el último año. El precio de la luz es el que más ha disminuido desde marzo de 2022, con una reducción de más del 51,8%, según los últimos datos del IPC publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha proporcionado datos que muestran que la factura media de la luz en la tarifa regulada se situó en marzo del año pasado en 143,03 euros, en comparación con los 61,70 euros de marzo de este año.
Además, otros productos energéticos, como la gasolina (-12,6%) y el diésel (-15,3%), han disminuido su precio después de acercarse a dos euros por litro hace un año. También las bombonas de butano y propano, que todavía son utilizadas por millones de hogares, han registrado una disminución del 4,8% en su precio.
El precio del transporte público ha disminuido
Los servicios de transporte también se han abaratado. Además de la disminución del costo de la energía y los carburantes, las administraciones públicas han subvencionado el precio de los billetes de autobús, metro y tren. En el caso del sector ferroviario, la entrada de nuevos operadores en determinados corredores (como Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia, entre otros) ha provocado una reducción de las tarifas al aumentar la competencia.
Los billetes de autobús han experimentado la mayor reducción (-25,1%), seguidos por los de Metro o tranvía (-24,2%), mientras que los billetes de tren son un 6,6% más económicos. También se han encontrado mejores precios en la categoría de telefonía. Tanto los servicios de telefonía móvil (-4,8%) como los dispositivos telefónicos (-6,7%) han disminuido, al igual que las cámaras de fotografía y vídeo (-6,8%).
Comprar un ordenador personal cuesta un 5,7% menos que hace un año. Sin embargo, en general, los consumidores son más cautelosos a la hora de adquirir productos tecnológicos debido a que priorizan el gasto en artículos de primera necesidad ante el aumento del costo de la vida, según los expertos en consumo.
El INE ha registrado un descenso de precio en algunos productos médicos (-3,6%) que no son de venta exclusiva en farmacias, como pasta de dientes, mascarillas, tiritas o gasas, así como en la compra de gafas graduadas y lentes de contacto (-1,1%).