Cuando consigues automatizar el hábito del ahorro con cualquier tipo de periodicidad, normalmente te llevas una grata sorpresa por la capacidad descubierta de acumular patrimonio de forma fácil y sistemática. Aunque soy de los que piensan que la base de la inversión en el largo plazo está en gastar menos y ahorrar más, lo que hagas después con el reparto del ahorro es también una empresa importante a la que debes dedicarle tus propios números.
Con la ayuda del capítulo 10 de The Bogleheads Guide to Retirement Planning, titulado «Funding Your Retirement Accounts», además de otros libros americanos leídos recientemente y de los que me haré eco en las próximas entradas, y adaptando su contenido a la fiscalidad española, voy a darte con esta entrada mi visión sobre la prioridad de uso de los ahorros acumulados en el año destinados a emplearlos en la mejora de tus finanzas para el largo plazo:
PRIORIDAD 1: EL COLCHÓN DE SEGURIDAD MÍNIMO
Se trata de dedicar los primeros euros a establecer un ahorro básico inicial. Es una pequeña cantidad que te proporcionara un primer nivel de tranquilidad por si surgiera algún pago imprevisto. Si nunca has conseguido ahorrar ni un duro, una cantidad de 1000€ podría ser un buen comienzo.
PRIORIDAD 2: ELIMINAR DEUDA DE ALTO INTERÉS
Eliminar deuda con intereses elevados no es una inversión en sí misma, pero sí que es una reducción de desinversión. Será raro que encuentres algún tipo de inversión que te asegure ganar un 10% (o más) de lo invertido, sin riesgo de perder el dinero. Sin embargo, quitarte de encima la pesada losa de los préstamos caros es una forma segura de aumentar la salud de tus finanzas con un alto interés, que no es otro que el que dejas de pagar al reducir el total del dinero que debes.
Yo no pensaría en la inversión hasta que elimines toda tu deuda mala.
PRIORIDAD 3: COMPLETAR EL COLCHÓN DE SEGURIDAD
Una vez eliminada la deuda mala, el siguiente paso es dedicar el ahorro a acumular la cantidad suficiente que nos permitirá vivir sin agobios en el caso de que vengan mal dadas. Vendría a ser la red que salvará al trapecista en el caso de que un inesperado desequilibrio le lleve a caer al vacío.
Existen infinitas formas de establecer la cantidad ideal de este colchón, que dependerá del tipo de trabajo e ingreso de los componentes de la unidad familiar, la salud de sus finanzas, su estilo de vida, número de hijos, personas mayores a su cargo,…
Las cantidades pueden así oscilar entre 3 y 12 veces los gastos mensuales, dependiendo de las situaciones vistas en el párrafo anterior.
PRIORIDAD 4: INVERSIÓN PARA LA JUBILACIÓN HASTA EL MÁXIMO DESGRAVABLE
Este punto es el que suele crear mayor controversia entre los ahorradores españoles debido a la diferencia de opciones disponibles para la jubilación en USA y España. Los bogleheads americanos lo tienen claro, y mientras no agotes hasta el último dólar permitido en invertir en productos o cuentas fiscalmente eficientes para la jubilación, no debes hacerlo en cuentas o productos de inversión no destinados en sí para tal objetivo.
La mala noticia para los españoles es que aquí sólo disponemos de una opción para este cometido, los planes de pensiones. Estos productos no se han ganado una opinión positiva generalizada debido, entre otras cosas, a la pésima gestión de sus carteras y al elevadísimo e indignante precio de las comisiones de gestión que son cargadas sobre su valor liquidativo.
La buena noticia es que existe algún que otro plan que invierte de forma indexada y que el precio es relativamente contenido en comparación al resto de planes e incluso en comparación con la gama de fondos de inversión de gestión activa existentes en el mercado. Yo mismo dispongo de uno de ellos.
La ventaja fiscal a día de hoy de invertir en los planes es la devolución por parte de hacienda del tipo marginal fiscal de las cantidades invertidas, siendo estas cantidades como máximo de 10000€ o del 30% de tus ingresos netos anuales (la menor de las dos). Siendo un 30% el tipo marginal medio del trabajador español, si consigues ingresar parte de lo que ganas en un buen plan de pensiones, hacienda te «regalará» el 30% de la cantidad invertida. Es dinero gratis que va a incrementar tu ahorro total del año siguiente. La fiscalidad del rescate del plan es otra historia bien distinta, pero desconocemos como será dentro de 20, 30 o 40 años. Aun así, una buena planificación a la hora de retirar el patrimonio acumulado puede evitar pagar más impuestos de la cuenta.
PRIORIDAD 5: REDUCIR HIPOTECA HASTA EL MÁXIMO DESGRAVABLE
Después de tener el colchón de seguridad establecido, haber reducido la deuda mala hasta CERO euros y conseguir incrementar nuestra inversión para la jubilación hasta, si es posible, que el estado nos devuelva el 30% (media española) del máximo desgravable, toca seguir pegando en la ventanilla de hacienda. Para conseguir otra paga extra, debemos realizar pagos sobre nuestra hipoteca hasta que consigamos completar 9000€ por cada titular del préstamo. De esta forma, si conseguimos pagar 18000€ de hipoteca con las cantidades entregadas mes a mes y las aportaciones extraordinarias, conseguiremos que hacienda nos devuelva el año siguiente 1350€ a cada titular (un 15% de lo pagado al banco), sumando un total de 2700€.
PRIORIDAD 6. CARTERA DE INVERSIÓN LÍQUIDA
Tras aprovechar al máximo las ventajas fiscales de las que disponemos en España, el resto de nuestro ahorro se podría destinar a construir nuestra cartera de inversión de acciones, bonos, fondos de inversión, ETFs,…
Puede extrañarte que los bogleheads americanos den una prioridad tan baja a este destino de los ahorros, pero ellos siempre piensan de forma austera, dedicando el máximo de sus ahorros a limpiar de basura su salud financiera y a sacar el mayor partido a la posibilidad de obtener el máximo de «dinero gratis». Eso sí, tanto para este apartado como para las cuentas de inversión para la jubilación, procuran siempre adquirir productos baratos e indexados. Si eres capaz de ahorrar una buena parte de lo que ganas y tus ingresos anuales están por encima de la media, aun te quedará dinero para este apartado. Si por el contrario ganas una cantidad más modesta o bien vives al día y no eres capaz de contenerte pensando en que el gasto trivial es parte determinante de la felicidad, tendrás que sacrificar las cantidades destinadas a las prioridades anteriores si quieres enviar dinero a la cartera de inversión.
MI OPINIÓN PERSONAL
En una próxima entrada veremos un ejemplo práctico con números contantes y sonantes, pero hasta entonces podría decir sin temor a engañarme que estoy bastante de acuerdo con las prioridades que los bogleheads americanos asignan al destino de sus ahorros, pero no sería completamente sincero si no te reconociera algunos matices que para mí son imprescindibles debido a mi preocupación por sentirme bien invirtiendo. Las diferencias entre mis prioridades y las suyas son:
1. Prefiero tener un buen capital invertido en productos líquidos que me permitan disponer de ellos al instante. Mi objetivo no es precisamente disponer en el corto plazo del ahorro invertido para el largo plazo, pero tener el dinero disponible me ofrece una tranquilidad que le sienta muy bien a mi psicología inversora. La cuenta de inversión líquida es una forma de tener ahorro acumulado, sólo que es volátil y supuestamente rentable. Eso sí, una vez establecida una cartera potente, las prioridades descritas en esta entrada comienzan a tener un mayor sentido para mí.
2. Prefiero dar prioridad a la reducción de hipoteca hasta el máximo desgravable que a la inversión en planes hasta el máximo desgravable. La deuda es riesgo y reducirla siempre viene bien. Si además nos beneficia fiscalmente, realizar aportaciones al préstamo de la vivienda habitual se convierte en una opción muy recomendable.
Por lo tanto, si aun no se tiene una cartera de inversión líquida de cierto tamaño, mi orden sería:
– Reducir hipoteca hasta el máximo desgravable.
– Cartera de inversión líquida en cualquier circunstancia.
– Inversión para la jubilación (como mucho una pequeña cantidad mensual automatizada).
Y si ya tuviera una buena cartera de inversión líquida con la que me sintiera satifecho mi orden sería:
– Reducir hipoteca hasta el máximo desgravable.
– Inversión para la jubilación hasta el máximo desgravable.
– Cartera de inversión líquida en cualquier circunstancia.
Ya ves que la cosa no suele ser sota, caballo y rey. Depende de muchos factores, incluso psicológicos. ¿Coinciden tus prioridades con las de los bogleheads americanos? ¿Crees que dan demasiada importancia al dinero que no disfrutarán hasta que se retiren? ¿Te sentirías cómodo con un buen colchón de seguridad pero con tu inversión ilíquida en circunstancias normales?
Pues yo sigo sin verlo, no me convencen los planes de pensiones. Este fin de semana hice simulaciones con inversiones anuales de 10.000 € durante 30 años y el resultado era desalentador.
Hice una simulación comparando Planes de Pensiones vs Plazos fijos, con un rendimiento medio del 3% en ambos, y sigue sin gustarme un pelo.
Suscribiendo plazos fijos, reinvirtiendo los interes y descontando impuestos, a los 30 años me quedaban 435.000 €.
Con el Plan de pensiones obtenia 490.000 € al final del periodo por el tema de no pagar impuestos hasta el final, pero al rescatar viene la decepción:
1º En un único pago hacienda se llevaba 250.000 € (con tributación actual en Andalucía). Vamos que se quedaba en 240.000 € y a esto si queremos le podemos sumar los 90.000 € que nos hemos embolsado vía declaración de la renta de forma anual. Resultado: 330.000 €.
2º Y cobrando una renta anual de 24.000 € durante 20 años, el resultado no era mucho mejor. Para afinarlo un poco más, lo he calculado cobrando una pension de la SS por jubilación de 14.000 € (si no quiebra el sistema, que menos que cobrar 1.000€ en 14 pagas). Pues el resultado es algo mejor pero no mucho. Serían 220.000 € en impuestos, con lo que se nos quedaba en 270.000 €, más los 90.000 € que nos hemos ingresado vía renta, el resultado es de 360.000 €.
Que quereís que os diga, siguen sin convencerme, con los plazos fijos si te curras los vencimientos tienes liquidez permanente y te ahorras muchisimos impuestos. Por cierto, con una cartera boglehead y dandole un rendimiento del 5% los resultados mejoraban cualquiera de las opciones de esta comparativa.
@Jhonyway, creo que tus cálculos tienen un error importante ya que mientras con los plazos fijos reinviertes los intereses, con el plan de pensiones no estás reinvirtiendo la desgravación fiscal. Prueba a hacerlo igual pero invirtiendo tb anualmente esos 3000€ en plazos fijos (aunque personalmente buscaría un fondo de inversión de renta fija de acumulación para no tributar hasta el final).
@Álvaro, ya sabía yo que se me pasaba algo, efectivamente para compararlo de forma más justa es verdad que es mejor como tu dices. Estaba comparando una inversion de 10.000 € en plazos fijos, mientras que en el plan de pensiones lo que hacía era invertir el primer año 10.000 €, mientras que en el resto de años con la devolución de hacienda lo que hacia era invertir realmente 7.000 €.
Ok, entonces de esa forma, reinvirtiendo los 3.000 € anuales al 3% en plazos fijos (te lo digo con plazos fijos porque ahora mismo es la tabla que tengo a mano) despues de impuestos en 30 años se conseguirían 135.000 €. De esa forma si que se supera a la inversión en plazos fijos por 35.000 €.
Por eso me encanta este blog, tirando números uno solo es muy fácil que se le escape algo.
me sumo a los amortiza-escépticos
y respecto a los planes de pensiones, reitero que soy alérgico a la iliquidez ¿qué pasa si dentro de unos años necesito hacerme una operación médica carísima, o quiero tener capital para iniciar un negocio, o me da por reconducir mi carrera profesional, o decido cambiar totalmente la estructura de mi inversión, o…?
Antonio a ver si en un futuro pudiesemos editar los mensajes…jeje. En mi último post tuve un pequeño error, los 135.000 € habría que sumarselos a los 240.000 € que nos quedaba del plan de pensiones depues de impuestos, con lo que en total nos quedariamos con 375.000 €, todavía por debajo del rendimiento de los plazos fijos. En el caso de rescatarlo en 20 años la diferencia ya solo sería de 30.000 € menos que la inversión en plazos fijos.
Antonio, aunque llego tarde, te felicito por el artículo.
Coincido en el orden 1º Hipoteca (deudas) 2º Inversión (líquida).
Es posible que al dinero invertido en la hipoteca se le podría sacar mayor rendimiento, pero un 15% de saque sin hacer nada no está mal. Antes rebajaba plazo, ahora rebajo cuota por si falla el trabajo. El 2 de enero yo ya hago mi aportación. Para mi es más una cuestión de seguridad familiar que de inversión financiera.
Planes de pensiones, me uno a los alérgicos a la iliquidez, además mi religión me prohibe todo producto ilíquido. Aunque quisiera pecar, financieramente tampoco me convencen, 15% de rendimiento un año (por ese lado no tengo queja), pero el resto de años se desangra con la comisión de gestión, normalmente del 2% con lo que en 8 años el banco ya te ha cobrado lo que creías que era tuyo (si es del 1,32% será en 11 años), y como guinda final, cuando quieres recuperar TU DINERO tras la jubilación, resulta que te hacen pagar impuestos. Espero con atención tu artículo a ver si descubro alguna ventaja, que de momento no veo.
Saludos