Aunque no estamos ante algo nuevo, la presencia de herramientas matemáticas que automatiza en las decisiones en la inversión ha crecido de manera exponencial en la última década. Los algoritmos han llegado para quedarse a la inversión.
No tenemos más que echar un vistazo al mercado actual para ver cómo, junto al crecimiento de los servicios financieros tecnológicos, la llegada de los modelos automatizados y la inversión algorítmica ha crecido de manera espectacular.
Hoy en día encontramos sistemas de inversión algorítmica en prácticamente todas las franjas inversoras, con un gran crecimiento en áreas como la gestión automatizada de inversión indexada, donde combina de manera especialmente buena la gestión pasiva y las herramientas algorítmicas.
¿Qué es un sistema algorítmico de inversión?
En una explicación sencilla podríamos decir que se trata de un conjunto de operaciones matemáticas, prediseñadas, y capaces de activarse ante el comportamiento del mercado para tomar decisiones inmediatas y actuar en consecuencia.
Esto puede ir desde aspectos simples como el momento en el que entrar o salir de una inversión, hasta decisiones complejas de valoración previa a la hora de identificar señales de mercado basadas tanto en análisis técnico como fundamental.
En definitiva, se trata de sistemas que automatizan los procesos de toma de decisiones a través de la programación basada en parámetros que permiten ajustar, cada vez de manera más eficiente, el dónde, cómo y cuándo de las decisiones de inversión.
¿Por qué tienen éxito los sistemas algorítmicos de inversión?
En el éxito y el crecimiento de este modelo a la hora de vamos a distinguir dos grandes motivos, aunque realmente hay alguno más.
El primero de ellos es puramente económico. La aplicación de sistemas algorítmicos reduce los costes de manera notable respecto a otros modelos en los que la toma de decisiones recae en el análisis humano de manera constante.
Esto, cuando se combina con herramientas de inversión de gestión pasiva, como, por ejemplo, la inversión indexada, proporciona una reducción de costes verdaderamente apreciable respecto, por ejemplo, a los fondos de inversión de gestión activa.
El segundo motivo por el que los sistemas de inversión con algoritmos aplicados están creciendo y logrando tanto éxito tiene que ver con la comodidad, y, sobre todo, la eliminación de los sesgos emocionales en la toma de decisiones.
Para muchos inversores los sesgos emocionales condicionan de manera transversal sus decisiones inversoras. Esto, que incluso es perfectamente aplicable a los profesionales, en el caso del pequeño inversor es especialmente cierto. La sensación de poder confiar en sistemas bien programados y orientados al perfil de inversor que representamos genera mucha confianza, sobre todo cuando se comprueba que el funcionamiento es correcto.
¿Cómo empezar con los sistemas de inversión algorítmica?
Hay tanta variedad hoy en día que puede abrumar al usuario, pero, para quien no ha tenido una experiencia previa con este tipo de modelos de inversión, probablemente la mejor decisión sería comenzar con los RoboAdvisor de fondos indexados.
Las mejores plataformas son agencias de valores autorizadas (siempre que revisar la regulación y autorización) que están avanzando mucho en la competitividad con respecto a otros modelos de inversión, aportando costes más bajos, riesgos graduables y rentabilidades atractivas.
