El analista financiero no puede acertar siempre. Si ya los profesionales se equivocan como escopetas de feria, imaginaos el cuidado que tenemos que llevar los pequeños inversores. Además de intentar atinar con el análisis fundamental de la empresa, existen tres tipos de obstáculos que dificultarán más si cabe el camino. Son:
1. Datos inadecuados o incorrectos. Aunque grave, es el menos importante. Una falsificación deliberada de los datos no suele ser lo más normal, si acaso, el ocultamiento de datos es algo más frecuente.
2. Incertudumbre del futuro. Un estudio apoyado en datos pasados y presentes puede no ser válido para una situación futura. Esto suscita la duda de hasta que punto el análisis financiero es capaz de anticipar un cambio de condiciones que afecte a la cotización de forma sensible.
3. El comportamiento irracional del mercado. El mercado y el futuro presentan las mismas dificultades. No pueden ser predichos ni controlados por el analista.
¿Qué se puede hacer contra estos tres obstáculos? La respuesta es sencilla, aplicar un MARGEN DE SEGURIDAD. Gracias a él, aplicamos un precio de compra óptimo mucho más reducido que el valor intrínseco que nuestro análisis haya determinado. Por ejemplo, mi margen de seguridad es calcular un valor intrínseco mediante un crecimiento del beneficio un 50% menor de lo que ha venido siendo en los últimos años. Además, a ese valor intrínseco conservador, le descuento un segundo margen de un 25% de descuento para tener al final un precio óptimo de compra más reducido y conservador.
Espero que os haya parecido interesante. Saludos.