De esta forma describe Vilaseca el concepto actual de asalariado:
«El lunes suele ser un día triste. A primera hora de la mañana suena el despertador y nos levantamos de la cama a regañadientes para ir al trabajo, entrando en una rueda de la que no saldremos hasta el viernes por la tarde. Además, debido al obsesivo afán de lucro que persiguen la gran mayoría de las empresas, los entornos laborales contemporáneos suelen funcionar de un modo mecánico y deshumanizado. De ahí que para todos los empleados trabajar sea sinónimo de obligación, monotonía, cansancio, estrés y aburrimiento».
Y no sólo se ayuda del estudio de la situación laboral actual, la etimología de la palabra trabajo también viene a explicar el concepto de asalariado. El origen de la palabra trabajo procede del vocablo tripalium, que en latín significa tres palos, que por los relatos de los historiadores, era el nombre que recibía un aparato de tortura del siglo VI, con el que se inmovilizaba a los esclavos y eran azotados de forma despiadada.
Tripalium derivó en tripaliare, que quiere decir torturar. De tripaliare surgió trebajo, cuyo significado es esfuerzo, sacrificio y dolor. Finalmente trebajo evolucionó hacia trabajo, que lo entendemos hoy como tarea o labor. Mediante este estudio etimológico, Vilaseca ofrece una definición nueva de trabajo:
«Realizar una tarea que implica esfuerzo, sacrificio y dolor, pudiendo llegar a convertirse en una tortura».
Estas afirmaciones son, posiblemente, exageradas, pero quizás nos ayudan a mirar nuestro día a día desde otro punto de vista. Al estar nuestra existencia tan ligada a la economía (sólo tenemos que ver con qué tipo de noticias abren los telediarios cada día), no nos queda otra que trabajar para que las empresas puedan ser competitivas y nos paguen nuestro esfuerzo con el dinero que usamos para sufragar nuestros gastos. Al tener la sartén cogida por el mango gracias al poder de pagar nóminas, las empresas condicionan nuestros estilos de vida y se apoderan de nuestro tiempo y energía vital.
Dedicamos nuestras mañanas y tardes a estar es oficinas junto a personas que no elegimos como compañeros, a quienes curiosamente vemos más que a nuestras propias familias. Todo esto desemboca inevitablemente en un mal ambiente laboral, cargado de horarios abusivos, compañeros no afines y jefes siervos de la mano que les paga y crueles con quienes son sus subordinados. Y todo por conseguir 22 días de vacaciones al año.
Expertos en management (en el libro, Vilaseca cita nombres propios como Steven Covey, Peter Senge o Fredy Kofman) advierten que este modelo laboral terminará siendo improductivo, porque al ser tratados como máquinas sin necesidades humanas, muchos empleados viven la jornada laboral de cuerpo presente, pero de mente y corazón ausente, calentando la silla hasta que llega la hora de ir a casa, mientras pasan el rato conectados al buscaminas, redes sociales o juegos online.
Debido a esta rutina laboral tan negativa, muchos seres humanos han dejado de creer en la felicidad. Basta con ver los rostros de la gente por las mañanas en los vagones del metro…
Os dejo con un interesante vídeo del autor en una conferencia realizada en la entrega de unos premios empresariales:
Entradas de la serie:
¿Y el autor plantea alguna alternativa?
Por cierto, sobre el tema de las CUENTAS OMNIBÚS que comentabamaos el otro día, un hilo en Rankia reciente bastante informativo y tranquilizador, para quien le interese
rankia.com/blog/diccionario-financiero/1172930-cuenta-omnibus
Me he visto la conferencia
Hombre, creo que el tío abusa un poco de los clichés de trazo grueso, pero el tema es desde luego muy interesante. Yo también le había dado vueltas este tema y no sabía ni que existía esta corriente de pensmiento, o de investigación sobre organización de las empresas, «desarrollo organizacional». Seguiré la pista a este tema.
Y gracias por tener un trabajo, que como esta la situación actual son pocos los que tienen ese «privilegio».
Hace poco he leído el libro de Niño Becerra, «Más allá del crash. Apuntes para una crisis», muchos le tachan de catastrofista, pero hay pasajes del libro que son ya una realidad.
Os dejo otro interesante vídeo que refleja claramente como me he sentido en la oficina después de leer el artículo
http://www.youtube.com/watch?v=zCLyLBrugD0
Quizás dentro de unos 2000 años se haga una peli sobre como era la vida de los oficinistas y sus únicas opciones de ser libres…