El Sinsentido Común: El Dinero Para Devolver los Préstamos No Existe

«La deuda es el arma que utiliza el sistema monetario para conquistar y esclavizar a la sociedad, y el interés, su principal munición.»

Peter Joseph

En el marco de la economía global actual, no importa que el gobierno de un país sea de derechas o izquierdas, capitalista, socialista o comunista, todos están atrapados en el sistema monetario actual que impera en nuestro mundo. Y lo paradójico es que la mayoría de los habitantes del planeta desconoce el funcionamiento de dicho sistema. Vamos a repasar este tema con la ayuda de la exposición que Borja Vilaseca hace en su libro.

La Reserva Federal es el Banco Central de los Estados Unidos, creado en 1913 por una serie de banqueros privados de élite. Por muy duro que pueda parecer entenderlo, es el organismo que vende el dinero al país más poderoso del mundo. Cuando Estados Unidos necesita 100 millones de dólares, los solicita a la FED, que le pide a cambio 100 millones de dólares en bonos del tesoro. Es decir, la FED compra una inversión en deuda del estado y éste recibe la cantidad equivalente anotada en una cuenta corriente pública. La parte graciosa del tema es que la FED crea los 100 millones de la NADA, y una vez en la cuenta pública se convierte por arte de magia en moneda de curso legal.

Este procedimiento también se puede realizar hacia un banco comercial, que pasaría a tener esos 100 millones como reserva monetaria propia, debiendo dicha cantidad más los intereses a la FED (u otros bancos centrales). De esa deuda de 100 millones, el banco privado debe reservar el 10%, pudiendo prestar a sus clientes el resto de los 90 millones, a un interés más alto que el debe apuntado hacia la banco central. Conforme los bancos van vendiendo sus créditos, este proceso se repite agrandando la deuda global.

El dinero creado de la nada disminuye el valor del dinero ya existente. Los precios suben y restan valor a cada euro, dólar,… ganado o ahorrado, surgiendo el fenómeno llamado inflación, perjudicando en la mayoría de los casos a los que menos tienen, quienes normalmente apenas disponen de un ingreso mensual en moneda local y como mucho algo de ahorro, y acaban esclavizados en un mundo de dudosa libertad.

Así que ya tenemos la cuadratura del círculo: Se crea dinero de la nada en un banco central, lo expande prestándolo principalmente por su red de bancos comerciales y estados, de ahí va a la sociedad con intereses más elevados, y la entidad de origen se beneficia del funcionamiento piramidal. Pero no sé si te has dado cuenta de una cosa: si el dinero lo crea el banco central, ¿de dónde sale el capital que se necesita para cobrar los intereses? Si el banco central sólo creó el principal, ¿quién crea el dinero correspondiente a los intereses para que puedan ser devueltos?

NADIE. El dinero correspondiente a los intereses NO EXISTE. La cantidad de dinero circulante es siempre inferior a la deuda existente. Por eso la inflación debe ser constante, porque sólo creando más dinero se puede hacer frente al pago de las deudas. Por eso mismo estoy tan hasta el gorro de oír la palabra déficit, porque el déficit es PERPETUO.

El consejo que Vilaseca ofrece al lector puede parecer de perogrullo, pero no lo es, y no viene mal recordarlo por si alguna oveja perdida del rebaño piensa que el sistema descrito en esta entrada no va con ella:

«Lo mejor que los ciudadanos podemos hacer es reflexionar sobre cómo ganamos y gastamos nuestro dinero, construyendo un estilo de vida lo más alejado posible de los créditos y las deudas.»

Una frase para imprimir y pegar con un imán en la puerta de la nevera, leerla cada mañana y procurar hacer caso de su consejo. Pero si después de leer un par de veces la entrada aun no tienes claro que es imposible devolver el dinero que debemos entre todos, te dejo con este vídeo de un fragmente de la película El Concursante, que describe gráficamente lo que acabamos de ver. Es una secuencia que cada vez que veo me deja una sensación muy fuerte, no sé exactamente si de miedo o… alivio.

Entradas de la serie:

Resumen

La Filosofía del Materialismo

La Economía Insostenible

El Dinero para Devolver los Préstamos No Existe

51 responses to “El Sinsentido Común: El Dinero Para Devolver los Préstamos No Existe

  1. Por cierto, del tema ING, lo que teneis más expereiencia con otros brokers, ¿que tal las comisiones?

    Saludos!!!

  2. Vaya, vaya @Valentín, así que eres un especulador que sabe hacer market timing, eso no me lo esperaba 😉

  3. ING tiene comisiones de las más bajas, pero ya han empezado a cobrar comisión de custodia. En mi opinión y para el que invierte a largo plazo, los más convenientes son OreyiTrade y ClickTrade.
    Por cierto, aunque nada tenga que ver: Renta4 ya ofrece los fondos indexados de Amundi. Por si no lo sabíais.

  4. @wenomeno

    Ahora lo has dicho claro: el problema no es la inflación/deflación, el problema es la deuda. Los precios se adaptan a la masa monetaria, sea ésta la que sea.

    Se supone que un aumento de la eficiencia llevará siempre a una deflación de precios. Esto es lo normal. Lo que ocurre en la práctica es que se crea inflación de forma artificial, por dos motivos (al menos):

    – «Incentivar» la inversión e introducir el dinero necesario para pagar los intereses del dinero que ya está en circulación.
    – Devaluar el dinero ahorrado, con el consiguiente trasvase de poder adquisitivo.

    Mientras el dinero sólo esté respaldado por deuda no habrá otra forma de funcionar, no es una cuestión de política financiera. Los intereses no pueden satisfacerse a no ser que se incremente continuamente la masa monetaria. El dinero debería ser proporcional a los bienes, como tú dices, pero debería usarse exclusivamente como medio de intercambio. Actualmente, el dinero se compra y se vende como cualquier otra mercancía. La deflación es temida porque produce escasez del dinero necesario para satisfacer el interés de los préstamos.

    @Álvaro

    Repito: si nadie quiere invertir porque el dinero está mejor guardado, llega un momento en el que el que invierte lo hace sin competencia. Si no hay competencia, la rentabilidad será mayor y atraerá la inversión. Aparte de que hay productos que han de producirse para un consumo ordinario, y no puede diferirse el gasto. El dinero va a moverse quieras o no.

    Por ejemplo, si hay una deflación de -2% y yo puedo montar un negocio que me rente un 10%, sigue siendo más rentable invertir. El dinero que ganamos mediante el funcionamiento normal del negocio está ganando poder adquisitivo. ¿Acaso no descontamos la tasa de inflación del rendimiento de la inversión para calcular la rentabilidad real? Se ha hecho multitud de veces en este blog.

    Pues es en este caso es: 10% – (-2%) = 12%.

    Dais por supuesto que para invertir es imprescindible incurrir en deuda, y por eso teméis la deflación. Lo verdaderamente temible y peligroso es la deuda.

    Un saludo.

  5. Yo creo que tu razonamiento es correcto, pero justamente cuando llega el momento en el que los inversores se dan cuenta que hay oportunidades y empiezan a sacar el dinero del colchón es lo que da comienzo al nuevo ciclo y termina el periodo deflacionario. Pero hasta entonces la deflación equivale a caída del consumo, paro, caída de beneficios de las empresas, quiebras y parón de la economía (no es tanto una causa primaria como una consecuencia, que retroalimenta el problema).

  6. Exacto, la deflación es una CONSECUENCIA. Y las causas que la provocan pueden ser muy diferentes.

    Entiendo que puede ser resultado del ciclo negativo que expones: caída de consumo, de beneficios, etc. Lo que trato de hacer ver es que si la masa monetaria fuera constante, los precios siempre tenderían a bajar. ¿Por qué? Porque a medida que somos más eficientes, aumentamos la producción de bienes y disminuimos los costes.

    La inflación es creada artificialmente, y tiene que ver con las deudas y con el uso del dinero como mercancía.

    Pongo un ejemplo: hoy compramos un ordenador. Si vamos dentro de un año a la tienda, es posible que encontremos un ordenador mejor e incluso más barato. Y si volvemos al año siguiente nos pasaría lo mismo. ¿Es esto malo? Yo pienso que no, que la tecnología ha avanzado y por eso podemos obtener cada vez más por menos.

    Si siempre esperáramos una mejor oportunidad para gastar nuestro dinero (por la deflación), nunca compraríamos el ordenador. Y si no lo compramos, perderíamos la oportunidad de usarlo. Pienso que con un negocio nos pasa lo mismo.

  7. Hola, @Álvaro, probablemente los términos especulador y market timing sean algo exagerados. Mejor te expongo lo que hago, y la definición de lo que soy lo dejo en vuestras manos.

    Viví la burbuja tecnológica muy de cerca, tanto, que me salí días antes tanto del mercado como del resto de renta variable. En aquellos tiempos todo era un sinsentido. Yo era un “muy buen observador de los mercados”, seguía las indicaciones de Kostolany (pues realmente no había vivido hasta entonces un burbuja). En el año 1999-2000 las tecnológicas (mis fondos en tecnología) subieron algo más de un 100% y el peso de las tecnológicas en el índice de mercado alcanzó cifras que llegaba entorno al 36% (creo recordar). Conocer un indicador que te ofreciese ese punto de giro para salirte era primordial. Yo creí conocerle, actúe y me salio bien. Dí orden de retirada de toda mi renta variable el 26 de Febrero de 2000, llevaba 9 meses de tensión excepcional porque como te decía todo era un absurdo. Sabía que tendría que pagar mucho a Hacienda, pero el sentido común reinaba en mi.

    Desde entonces no he entrado en los mercados de renta variable (ya son casi 12 años), y lo digo por el tema del market timing. La única decisión que tome fue el año pasado, y era la de no tener todo el capital en Euros y mi decisión por la Corona Noruega. Naturalmente entraré nuevamente en los mercados de renta variable, pero los ciclos son muy largos.

    He tomado una decisión personal, para mantenerme fuera de los mercados de renta variable durante “mercados seculares bajistas”. Cuando cunda el pánico y pueda obtener la compra de mercado a precios bajos, entraré con fuerza. Esto es más bien una estrategia de valor (comprar mercado con margen de seguridad).

    Especular: A lo que voy, uno sabrá perfectamente que cuando la cotización del mercado caiga fuertemente podrá comprar con descuento, y no hace falta especular, sino esperar.

    Market timing: Observo los mercados a largo plazo y pretendo distinguir entre mercados seculares alcistas y bajistas (que son actualmente de muy larga duración). El último alcista de 1982-2000 y cuenta con que el bajista que pueda ser aproximadamente del mismo número de años. Pero igualmente no especulo con ello, solo espero a que venza el pánico para comprar. Y cuando se actúa a tan largo plazo quizás market timing (que suele considerarse actuaciones de compra-venta a corto plazo) no sea el mejor término. La palabra que yo utilizo es “Adaptative investing”. Es decir, me ajusto a las circunstancias del mercado, en el sentido que he expuesto.

    Saludos cordiales,
    Valentin

  8. @devuntu

    hay un par de cosas que creo que no estoy explicando correctamente

    deflación y bajada de precios son cosas distintas, inflación y deflación son fenómenos monetarios, un aumento o bajada de la oferta monetario desproporcionado respecto a la variación de la producción

    que se mejore la eficiencia del sistema productivo y se puedan bajar los precios es algo positivo, así bajando los precios y si la oferta monetaria sigue siendo estable se podrán comprar más cosas; pero si hay deflación, esto es, la oferta monetaria se reduce habrá menos dinero y por lo tanto no se podrán comprar tantas cosas o se podrá comprar lo mismo a menor precio, pero cuidado, en este caso no hay mejora en la eficiencia ni reducción de costes, por lo tanto habrá pérdidas, quiebras, paro, drama, luego como tú has dicho «si nadie quiere invertir porque el dinero está mejor guardado, llega un momento en el que el que invierte lo hace sin competencia. Si no hay competencia, la rentabilidad será mayor y atraerá la inversión» y comenzará un nuevo ciclo. Inflación y deflación sí son un problema.

    Y otra cosa que se me escapa de la visión de los opositores al dinero fiduciario. Eso de que los intereses no pueden satisfacerse a no ser que se incremente continuamente la masa monetaria. ¿Y no pasa lo mismo con el patrón oro? ¿De dónde sale el dinero para pagar los intereses usando una moneda respaldada por oro (o lo que sea)?

    @Valentín
    he visto tus vídeos en Rankia, son muy interesantes, yo estuve viviendo en Madrid 3 años, pero en el 2011 ya no estaba allí, sino habría ido al encuentro

  9. @Valentin, definitivamente yo creo que sí haces «market timing», pues aunque sea a más largo plazo pretendes vender al final del ciclo alcista y comprar al final del ciclo bajista, pero tú más que nadie sabes que los ciclos solo pueden identificarse con seguridad a posteriori, intentar anticiparse es pretender predecir el comportamiento futuro del mercado y eso es la definición básica del «market timing» (http://en.wikipedia.org/wiki/Market_timing). La duda que tengo es si tu estrategia es vencer la rentabilidad del mercado (o la rentabilidad del simple «buy&hold&rebalance») o más bien lo que buscas es preservar el capital y aprovechar la renta variable solo cuando crees tener una alta seguridad de que estamos en un claro ciclo alcista. Si es lo primero, yo creo que coincidiremos en que tuviste mucha suerte en tu oportuna salida antes del estallido de las punto.com, seguro que las señales eran similares meses antes y meses después, y tu rentabilidad habría sido muy diferente si te hubieras salido un poco antes o un poco después (y lo mismo pasará cuando decidas entrar en el ciclo alcista, solo de la suerte dependerá que aún te comas bajadas importantes, que te pierdas buena parte del ciclo alcista o que vuelvas a escoger el momento óptimo de entrada). Como indicas en el vídeo según Kostolany la «buena suerte» es uno de los requisitos para que la estrategia tenga éxito y yo creo que depender de la suerte tiene más de especulación (o incluso de juego) que de inversión.

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