El primer paso en nuestro camino hacia la construcción de una cartera de inversión que nos lleve al logro de nuestras metas financieras es extremadamente fácil. Tan fácil, que la mayoría de los pequeños inversores que comienzan a plantearse la inversión en los mercados, lo descartan por ser simple y poco motivante.
Como resultado, en vez de centrarse en comenzar y reforzar ese sencillo y tan importante primer empujón, eligen centrarse en otros conceptos más divertidos y entretenidos, como el estudio de los gráficos, análisis de cuentas de resultados (si es que puede tener algo de divertido), recomendaciones de analistas, …
Estas actividades pueden ser entretenidas, no digo que no, pero no sólo son irrelevantes, sino que además pueden ser contraproducentes para la creación de riqueza personal.
Si vas a comenzar a crear tu cartera de inversión, al principio céntrate simplemente en:
– Gastar menos de lo que ingresas.
– Ahorrar una parte fija de la nómina mensual el primer día de cada mes.
Una vez acumulado un capital inicial y generado un hábito de ahorro automático, centrate en:
– Crearte un plan de inversión y ponerlo por escrito.
– Planificar una asignación de activos diversificada y afín a tu propia personalidad.
– Concienciarte en seguir invirtiendo a pesar de los vaivenes del mercado.
Ya sabes, focalízate en lo importante, ve paso a paso y aparta de tu camino todo lo que entorpezca tu avance.
Saludos.
Esto es como la carrera de la tortuga y la liebre, ser tortuga es muy aburrido.
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