«Todo lo que vive no vive solo, no para sí mismo.»
William Blake
Los Sabios de Sivana eran personas muy bondadosas. Según ellos, la calidad de tu vida no depende del coche o la casa que tengas, sino de la calidad de lo que has aportado a los demás. Es aquí donde cobran sentido las preciosas rosas amarillas del jardín de la fábula, y que están representadas en este proverbio chino:
«La mano que da unas rosas siempre conserva un poco de la fragancia.»
No es cuestión de que no tengas tus propias inquietudes, o de que dejes tu trabajo actual, simplemente entrégate a los demás siempre que puedas y contribuye a que encuentren bienestar. Abrir tus dones a los demás, dones como la capacidad mental, sacrificio, energía,… La gente no es mala porque no se concentre en buscar el bien para los demás, simplemente necesitan que una chispa encienda la luz que tienen escondida. La vida se convierte en más plena cuando existe la bondad en ella. Aprovecha tus ratos de reflexión para pensar cómo puedes hacer el bien a los que te rodean cada día.
Elevando la vida de los demás, elevas la tuya a la vez. Dedica parte de tu tiempo a practicar actos de bondad con los demás, dar a quienes lo piden o cultivar tus relaciones para que sean más ricas. Olvídate de ti por un rato.
«La cosa más noble que puedes hacer es dar a los demás. Empieza a centrarte en tu propósito superior.»
Cita de la página 193
Naces sin nada y mueres sin nada, ¿no piensas que puedes estar aquí por algún motivo?
Entradas publicadas de la serie:
1. Review
2. El Despertar