Tengo en un cd todos los archivos mp3 correspondientes a los radio shows que Harry Browne ofrecía cada domingo hace unos ocho años. Cada vez que voy y vengo del trabajo, unos 25 minutos por trayecto, escucho este cd que me permite practicar mi maltrecho listening level in english, y además refresco y completo las ideas de Mr. Browne sobre finanzas e inversión.
En la sesión que tocaba hoy, Harry ha hablado sobre un concepto muy interesante acerca de los activos que componen nuestra cartera y el riesgo de contrapartida que cada uno contiene. Para que nos entendamos veamos un primer ejemplo:
Compramos un fondo de inversión español que replica al índice IBEX de forma física. ¿Cuántas promesas contiene nuestra inversión?
1. La promesa de unas empresas que insinúan obtener beneficios y repartirlos a sus accionistas.
2. La promesa de una gestora que dice comprar esas acciones para el fondo.
3. La promesa de un broker que declara comprar participaciones de ese fondo en tu nombre y que también promete reembolsar ese fondo cuando lo requieras.
En total 3 ó 4 promesas de las que pasas a depender una vez pones tu dinero a trabajar en ese producto. ¿Te parecen muchas? Veamos otro ejemplo:
Ahora compraremos un ETF de renta variable, extranjero, de réplica sintética, que nuestro broker compra mediante una cuenta global. ¿Cuáles son las promesas de las que dependemos ahora?
1. La promesa de unas empresas que insinúan obtener beneficios futuros.
2. La promesa de un ETF que admite comprar productos derivados que replican las acciones de ese índice.
3. La promesa del producto derivado que declara liquidez para replicar una cesta de acciones y devolver su valor.
4. La promesa de un broker que reza comprarte dicho ETF en su nombre.
5. La promesa de una entidad que administra la cuenta omnibus a la que se suscribe tu broker.
6. La promesa de tu broker que espera no quebrar y venderte las acciones del ETF que has comprado. (Nótese que a estas alturas la expresión «has comprado» parece quedar lejos de la realidad) 🙂
Promesas y más promesas de las que depender. Todo un acto de fe para el inversor.
Con todo esto, Browne expone que sólo hay un producto de inversión que no te promete nada de nada mientras que está en tu posesión, el oro. El metal dorado no depende de ninguna promesa para ofrecerte un valor patrimonial, tan sólo necesitas alguien al otro lado de la negociación que lo quiera comprar. De nuevo aquí podemos facilitar la inversión por medio de promesas, como contratando un ETF o una caja de seguridad en alguna entidad.
Harry abogaba por tener una buena parte de la cartera con un riesgo de contrapartida de como máximo dos promesas, y esa es una de las funciones del oro y los bonos dentro de la cartera permanente.
El resto de productos como fondos de inversión, se deben tratar de comprar con las mínimas promesas de por medio entre el activo y el inversor. Es decir, que sean de réplica física y que no estén compradas a través de una cuenta omnibus. De esta forma, disminuimos los riesgos crediticios y de contrapartida en nuestra cartera de inversión.
Para finalizar, vamos a poner un ejemplo de cartera permanente con las promesas de cada uno de los activos que la componen:
– 25% ORO:
20% Oro físico en un Allocated storage. 1 promesa. (Depositario)
5% Oro físico. CERO promesas.
– 25% ACCIONES.
10% Fondo de inversión extranjero de réplica física. 4 promesas. (Empresas cotizadas, gestora, broker y omnibus)
10% Fondo de inversión español de cesta física. 3 promesas. (Empresas cotizadas, gestora y broker)
5% Plan de Pensiones español. 3 promesas. (Empresas cotizadas, gestora y broker).
– 25% BONOS.
25% Bonos del tesoro alemán. 2 promesas. (Tesoro alemán y broker depositario).
– 25% CASH.
20% Fondos monetarios españoles. 3 promesas. (Emisores de las letras, gestora del fondo y broker depositario)
5% ahorro. 1 promesa. (Banco)
No sé qué te parecerá a ti, pero desde luego tiene su punto de sensatez. El oro casi siempre cumple con la premisa. Los bonos comprados de forma individual también, gracias a la facilidad de gestión personalizada, ya que puedes comprar una emisión del bono alemán a 30 años y no necesitas más gestión que esa. Las acciones tienen la pega de que debes diversificarlas lo máximo posible, así que aquí es preferible el riesgo de contrapartida que (1) el crediticio de las empresas si compraras valores individuales y (2) la dificultad y rentabilidad de la gestión personal de una cartera de valores individuales. En cuanto al cash, la baja volatilidad y la alta liquidez de las emisiones de renta fija pública de corto plazo, invitan a confiar en que las gestoras ofrecen pocos riesgos en sus productos monetarios, así que Browne daba flexibilidad a esta clase de activos y recomendaba bien letras del tesoro o un par de fondos monetarios de cesta física, además de un porcentaje de liquidez.
Pues eso, ahí lo dejo caer para que tengamos un productivo y reflexivo debate sobre el tema. ¿Qué riesgos te incomodan más de los que sostienen los activos de tu cartera? ¿Crees que se puede invertir con mínimos riesgos de contrapartida? Comprar oro físico y bonos en el mercado secundario es bastante más caro que comprar ETFs o fondos, así que ¿prefieres pagar más y librarte de algunos de esos riegos o te atreves a confiar en las entidades financieras y sacar mejor precio a tu cartera?
@Valentin
Me parecería muy interesante una entrada sobre el tema este de las diferéncias entre la física y la economía.
A mí me preocupan las cuentas omnibus y el hecho de que casi toda mi cartera (con casi todos mis activos) esté en una sola entidad (Selfbank). Ya se ha hablado más de una vez, y la respuesta es «diversificar». Estando de acuerdo en esto, la verdad es que una de las múltiples razones por las que me pasé a una cartera Bogle fue el tema de la simplicidad. En este sentido no me apetece ni estoy seguro que sea lo mejor meterme en mucho más de lo que ya tengo. El tiempo y la calidad de vida son importantes para mí. Si alguien conoce una entidad con similares oferta a Selfbank en la comercialización de fondos de inversión, le agradeceré nos informe.
Un saludo
Sobre el tema de las promesas, el oro de cero promesas me parece complicado, y vamos, en principio muy poco recomendable, salvo que estemos hablando de 2 o 3 monedas claro. Me parece que al menos un intermediario es necesario, por ejemplo una caja de seguridad en una entidad financiera. El problema es el coste, digamos que por debajo de 20.000 euros de oro es complicado de justificar frente a los costes de un ETF.
En las acciones, yo no consideraría a la empresa cotizada como una promesa, no sé, no me parece que al comprar renta variable haya ninguna promesa. Por ahí estaría también el tema del préstamo de acciones que practican los fondos/ETFs (este tema puede afectar también a la renta fija).
En el tema de los bonos del tesoro alemán, Antonio, ¿estás seguro de que dichos bonos quedan a tu nombre y no están realmente a nombre de una cuenta global?
Valentín, como ya se ha comentado, la cartera permanente USA tiene cuatro décadas de historia, y en todas y cada una de esas décadas ha obtenido rentabilidades reales por encima de la inflación de 3-5%. En esas cuatro décadas ha habido de todo, periodos con alta inflación, crisis muy fuertes en la renta variable, algo de deflación, prosperidad… No sé, me parece una muestra cuando menos significativa, no sé a qué te refieres exactamente con lo de «entorno favorable» para la cartera permanente en los últimos 40 años. Por cierto, a la hora de obtener una rentabilidad real década tras década la cartera permanente se ha comportado mejor que la típica cartera boglehead.
Por otro lado, es algo evidente, pero me gustaría recalcarlo, la cartera permanente es básicamente una cartera boglehead conservadora con oro. El oro, al estar poco correlacionado con la cartera boglehead, muchas veces tira de la cartera cuando la cosa va mal para la renta variable y la renta fija, dando una rentabilidad más sostenida, sin tantos sobresaltos. Parece complicado que la cartera permanente pueda fallar de forma alarmante (y si lo hace posiblemente una cartera boglehead tampoco aguante), porque si el dinero sale de la renta variable, sale de la renta fija, y sale del oro, ¿a dónde va? Si hay alguna alternativa superior para la preservación y crecimiento del capital, en el entorno de las carteras de inversión, sería interesante discutirla (con resultados similares década a década, claro, si no te importa ver décadas enteras de rentabilidad real negativa la cosa cambia).
Saludos
@valentín, yo creo que tus aportes son siempre muy positivos 🙂
Pero en mi opinión la Cartera Permanente precisamente está preparada para hacer frente a la situación que expones, al contar con un 25% de oro, y sus inversores serían de los pocos que sobrevivieran al colapso financiero.
Yo no acabo de entender el oro como protector contra la inflación. Cualquier activo real protege contra la inflación, y algunos, como la vivienda, además rentan. La bolsa es también un protector contra la inflación, en la mayoría de los casos.
El oro en todo caso protegería contra crisis sistémicas, guerras, corralitos, etc, y siempre en forma de oro físico «transportable». En ETF es un activo más, como la plata, el petroleo, el trigo, el paladio, los REITS… y no tiene por qué ser mejor cobertura que los otros, que además en muchos casos tienen un uso finalista que el oro no tiene.
Yo opino como Valentin. En las últimas décadas se ha producido una expansión de liquidez colosal, lo que ha hecho que la renta fija y muchos activos reales hayan tenido rentabilidades positivas anormalmente altas.
Cada vez me sorprendo más con un hilo nuevo, y éste ha sido el caso; el nivel es elevado y las aportaciones, a favor y en contra, muy interesantes.
No sé por qué, peor cada día creo que la CP se hace más atractiva para los inversores Bogle. Supongo que es por su lógica y seguridad en esta época tan convulsa.
Aprovecho para rescatar el tema de los productos de réplica física, y las cuentas omnibus, temas ambos que nos aportan incertidumbres como bien comentas.
Para el primer caso, y como ya he comentado, sólo conozco los ETFs de Vanguard, iSahres, Credit Suissy, no estoy seguro, HSBC.
El trabajar con ellos nos implocarái dejar a nuestros amigos de Amundi, por ejemplo, y no encontyar el producto justo que estamos buscando para las caretra. Para la Bogle en particular, implicarí apasarnos de los fondos a los ETFs, con las desventajas de las que ya hemos hablado en ateriores ocasiones: costes de compraventa, rebalanceos, cobro de dividendos…
Creo que hay que sopesar las incertidumbres: o admitir un aparte y elegir el producto que buscas, o eliminarlas y conformarte con lo que hay. E sun agran problema, porque el espíritu CP busca eñiminarlas, pero para un ciudadno español la oferta es mínima.
@1_JLuis, @2_Aitor, @Brownehead
1. JLuis, desconozco si Inversis o Tressis pudieran ser sustitutos de Selfbank. Tendrías que comprobarlo, o que alguien que opere con ellos exprese opinión.
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2. Aitor, las carteras de inversión no solo se ven afectadas por los ciclos económicos, sino también por ciclos monetarios que son mucho más extensos en tiempo. Vamos, que un ciclo monetario tiene muchos muchos ciclos económicos de los que me hablas, pero al final de un ciclo monetario acaba con la destrucción del dinero Fiat. Es decir, que al final del ciclo monetario, la renta fija a corto plazo y la de largo plazo queda destruida sin posibilidad de recuperación (como pudiera ser el caso derivado de una reforma monetaria).
En cuanto a:
Si conoces los estadios evolutivos del dinero, sabrás que a partir del 15 de agosto de 1971 dejo de existir en el mundo el dinero fiduciario (día en el que el presidente Nixson declaró nula la promesa de redimir – pagar oro por dólares en poder de bancos centrales del mundo, a razón de una onza de oro por cada $35 dólares presentados para su cobro. A partir de ese momento, se abre prácticamente la puerta a los bancos centrales del mundo a imprimir el dinero que consideren oportuno, a endeudarse sin medida, a conducir a la sociedad a un crecimiento basado en el endeudamiento. Un crecimiento que es insostenible en el tiempo, y que en algún momento debe revertir, para reducir esa deuda.
El ratio Debt to GDP (endeudamiento con respecto al producto interior bruto) expresa el momento en el que nos encontramos. Véase gráfico:
http://research.stlouisfed.org/fred2/graph/?g=cWJ
Esas tres décadas de ascenso de esa curva a partir de inicios de los años 1980 hasta la actualidad es a lo que yo llamo «entorno favorable para la cartera permanente».
Ese desequilibrio, deberá en algún momento próximo corregirse, y tendrá duras consecuencias desfavorables para el bienestar de nuestras vidas y de nuestra cartera patrimonial. Un estudio sobre las distintas alternativas para reducir la deuda, lo podréis ver en el capítulo 3 de un documento realizado por la institución International Monetary Fund:
http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2012/02/pdf/text.pdf
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@Brownehead, mi intención en situaciones de crisis es intentar poner a salvo todo mi capital, no me conformo con salvar tan solo una parte del mismo.
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Saludos,
Valentin
@brownehead,
Pinchando bajo tu nombre no permite saltar a tu página web. Debes corregir el hiperenlace.
Un saludo,
Valentin
@Perdigón
¿Que problema tenemos en trabajar con un banco/broker extranjero para tener a nuestro alcance productos más adaptados a la CP?
Tengo entendido por ejemplo, que incluso en España mucha gente trabaja con Orey ITrade para comprar acciones individuales para hacer inversión de valor, ya que es de los más baratos a largo término que se pueden encontrar.
Al fin y al cabo si compras acciones extranjeras a un broker B, B va a pagar dividend tax T al país P que emite la acción A, y tu deberás preocuparte para no pagar otra vez T para A en España usando los convenios de doble tributación existente.
Entiendo que comprar ETF o fondos es basicamente lo mismo (salvo que en muchos P en los que los fondos compran A no pagan impuestos o pagan pocos (para capital gain y dividendo) al ser una Sociedad comunitaria de inversión (SCI)/SICAV y al pagar nosotros nuestros impuestos luego igualmente. Por ello amundi/pictet están en LUX ya que hay una gran red de doble tributación.
Preguntas al aire:
Entiendo que la tributación no aparece en el TER, ya que cuando se habla de ganancia en un fondo (leyendo el anual report) hablan de net gains (después de tax). Luego, ¿Por qué los fondos emergentes/pacific son más caros en TER?
¿Hay algún problema en usar brokers/banks extranjeros para adquirir productos no comercializados en España?
¿Si el producto no está a nuestro nombre, (cuenta omnibús), que tanto nos importa que esté en la CNMV?
Haciendo números y a largo término parece ETF más barato si no consideramos rebalanceos tan frecuentes (no vender nunca).
¿Cuánta gente de aquí destina un % de la cartera (digamos 5%) a hacer value investing?
Saludos, Ferran
@Antonio R. Rico,
1. ¿se puede saber qué brokers has utilizado para tu cartera permanente? si no es indiscreción 🙂
2. en relación a los bonos largos alemanes ¿cómo has podido comprarlos en un broker español y a tu nombre? ¿son de mercado secundario o primario?
un saludo
@ArturoPerez, el tema de la discreción lo voy a gestionar muy mucho con esta cartera, por más motivos que la simple seguridad. La indiscreción con la cartera Boglehead me ha llevado a ciertas incomodidades que me han hecho decidir ser más prudente con esta otra cartera. De todos modos, en relación a la compra de bonos alemanes en el mercado secundario, es tan fácil como abrir una cuenta en Inversis o Gaesco, una vez abierta llamarles y decirles que quieres comprar los bonos. Y ya está, no hay nada más.