La diversificación es una de las principales claves en cualquier tipo de inversión. De hecho, en cualquier manual o teoría para principiantes a la hora de invertir, se cita la diversificación como un aspecto esencial: sin embargo, no siempre tenemos claro cuáles son los pasos a seguir o cómo hacer esta diversificación.
Para empezar, hay que tener claro que la diversificación no es igual para todos los perfiles de inversor. Este aspecto es fundamental ya que, efectivamente, dependiendo de tu perfil de inversor vas a poder en mayor o menor medida aplicar criterios de diversificación de una u otra manera.
Por ejemplo, para alguien con un buen fondo de maniobra económico, y que pueda asumir un mayor perfil de riesgo, la diversificación puede incluir elementos complejos en cuanto a volatilidad, como por ejemplo las criptomonedas. En el vértice contrario, aquel que sólo quiere dar una cierta rentabilidad a sus ahorros, aunque también se puede ver beneficiado de la diversificación, lógicamente realizará menos exposición en cuanto a herramientas o productos de riesgo.
¿Cómo saber cuáles son las mejores diversificaciones para tu bolsillo?
La principal clave ya la hemos visto anteriormente: ser capaz de distinguir tus niveles de riesgo y la exposición que puedes asumir para tus inversiones.
Dicho lo anterior, lo verdaderamente interesante en todo esto es la posibilidad de racionalizar hacia donde quieres llevar el peso de tu inversión.
Generalmente, aunque no sea una regla exacta, lo que buscamos con la diversificación es compensar la exposición al riesgo de unos activos o inversiones con otros. Por ejemplo, tiene poco sentido realizar una diversificación estrictamente agresiva en la que invertimos todo en diferentes productos excesivamente volátiles. Imagina que lo hicieras invirtiendo sobre criptomonedas, fondos de renta variable muy agresivos, pares de divisas exóticos, etc.
Realmente, en un caso así, lo que estarías haciendo es un nivel de exposición de primer orden, no dejando ningún tipo de cobertura para poder cubrir las pérdidas. Ojo, esto no quiere decir que no sea viable: hay muchos inversores que, manejándose sólo sobre el capital que pueden asumir pérdida, buscan maximizar la rentabilidad a través de herramientas muy agresivas. Pero, la realidad es que estos inversores, habitualmente, van a tener letras o bien un colchón económico suficiente para asumir pérdidas, o bien otras herramientas de ahorro.
Por lo tanto, la diversificación consistiría en trazar diferentes niveles de riesgo para la inversión:
- Un nivel de inversión de riesgo bajo, que, por ejemplo, podría ser representado por los fondos indexados
- Un nivel de inversión de riesgo medio, en el que pudieran aparecer productos financieros como los fondos de inversión activos
- Un nivel de inversión elevado en el que se apostara por herramientas como las criptomonedas