En enero, los precios de los alimentos subieron un 0,4%, lo que ha llevado la inflación de esta categoría a un 15,4% interanual, igualando el índice de octubre, que fue el más alto desde que comenzó la serie en enero de 1994.
Esta situación es un duro golpe para la economía doméstica de millones de familias, ya que llenar la cesta de la compra ahora cuesta 860 euros más que hace un año, según los cálculos realizados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
A qué se debe esta inflación
Según los datos oficiales, la última subida ha llevado a una gran cantidad de productos básicos a precios que muchas familias no pueden asumir. Por ejemplo, el azúcar ha subido un 52,1%, la mantequilla un 38,2%, la leche entera un 33,4%, la leche desnatada un 32,9%, el aceite de girasol un 32,1%, el aceite de oliva un 30,5%, los productos de panadería un 28,2%, las harinas un 28,1%, los huevos un 27,2%, los yogures un 26,7%, el queso un 20,5% y el arroz un 19,6%.
Además, también han subido los precios de las patatas y sus preparados en un 20,5%, los preparados de legumbres y hortalizas en un 15,8%, la carne de ave, cerdo y vacuno alrededor del 14% y el pan un 13 ,5%. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha calculado que llenar la cesta de la compra supone pagar 860 euros más que hace un año.
Los resultados de una encuesta sobre hábitos de consumo realizada por OCU en diciembre pasado anunciaron el impacto del aumento de la inflación en los alimentos. Nueve de cada diez consumidores estaban modificando sus hábitos, prefiriendo productos en oferta, marcas blancas y compras en súper económicos.
De hecho, se está reduciendo el consumo de productos frescos como carne y pescado (32%) o frutas y verduras (18%) y se está optando por alimentos envasados y congelados. Todo esto refleja las dificultades financieras que muchas familias están experimentando para llegar a fin de mes.
La Organización de Consumidores y Usuarios ha urgido al Gobierno a aumentar de manera inmediata tanto el importe del cheque de 200 euros como el número de personas beneficiarias, además de solicitar la aplicación de un tipo impositivo del 0% al IVA de la carne y el pescado. Estas medidas son necesarias para ayudar a las familias que se vieron afectadas por el elevado costo de los alimentos, lo que ha llevado a muchas de ellas a cambiar sus hábitos de consumo y reducir su ingesta de productos frescos.
Por otro lado, ha solicitado una actualización de los mínimos personales y familiares en el IRPF, los cuales no han sido actualizados desde 2015. Estos mínimos corresponden a la parte de la base liquidable que no se somete a tributación, y se destinan a satisfacer las necesidades básicas personales y familiares. Esta medida beneficiaría a todos los contribuyentes, pero especialmente a pensionistas, familias con hijos a cargo y discapacitados.