En mi opinión, hay tres principios fundamentales que podrían seguir los inversores de largo plazo para construir una cartera conservadora de renta variable mundial. Estos principios hacen que se reduzcan drásticamente las opciones a la hora de elegir un valor de entre las miles de empresas disponibles. Son:
1. Invertir en empresas relacionadas con el consumo, de gran capitalización y con capacidad financiera, cuyos productos y servicios utilicemos a diario. Un nicho de mercado en toda regla.
2. Invertir en empresas que utilizan el dividendo como nexo de unión entre ellas y sus accionistas.
3. Comprar cuando los mercados olvidan que hay empresas en el mundo que cumplen los puntos 1 y 2.
Reglas sencillas para carteras sencillas. Un saludo.
¡Estoy totalmente deacuerdo contigo!
Las dos primeras reglas las intento seguir siempre y la tercera va bien recordarla en momentos como este.
¡Un blog genial!
Muchas gracias Jordi. Y sí, efectivamente, la tercera es la que más suele costarle al pequeño inversor, más que nada por razones psicológicas.