El Sinsentido Común: Lucro y Poder

Las empresas globales no tendrán futuro mientras no respeten el futuro del planeta.

Ryuzaburo Kaku, presidente de Canon

En la entrada anterior de la serie vimos como el sistema monetario internacional es la base donde se apoya la economía global, que mueve a una sociedad que ve el dinero como sinónimo de poder. La empresa, que se ha convertido en el ente más poderoso del planeta, tiene como origen y razón, salvo casos de mérito, el afán de lucro y la multiplicación del beneficio económico, dando igual que la razón de ser sea industrial, política, religiosa, social o cultural.

Debido a este afán de lucro, las empresas en las que basamos nuestro «preciado» crecimiento exponencial no están dirigidas por su conciencia, sino por su instinto de supervivencia económico. El fin justifica los medios, y el exceso de codicia no es un problema para quienes no suelen tener en cuenta la manera de ganar dinero, ocasionando daños a los seres humanos y al mundo en el que vivimos, daños sólo sacados a la luz por empresas ecologistas tachadas de falsas, demagogas, aprovechadas e izquierdosas.

Y aquí es donde Vilaseca se para a reflexionar sobre el precio del coste de producción de los artículos que compramos los consumidores:

El precio que pagamos por los productos que consumimos no cubre, ni de lejos, su auténtico coste de producción. La cantidad que aparece en la etiqueta solamente incluye los costes de mano de obra y los materiales utilizados.

El precio que aparece en la etiqueta de los artículos que compramos en las tiendas sólo es un múltiplo de una cifra basada en los costes de mano de obra (externalizada en su mayoría) y materiales de fabricación. Ninguna empresa contabiliza o prorratea el impacto de la producción del artículo en la salud de los trabajadores o incluso el impacto de costarles la vida. Tampoco se contabiliza económicamente el impacto que supone la producción sobre la naturaleza donde vivimos y deberán vivir las próximas generaciones. El día que las empresas estén obligadas a contar con estos costes para poner un precio en las etiquetas de sus productos, cuando los consumidores tengamos que sufragar esa cantidad, los precios de hoy nos parecerán irrisorios.

Por no hablar de la ética con sus propios empleados. Obsesionadas con el corto plazo, las corporaciones utilizan la máscara del marketing, la publicidad y las fundaciones propias para ofrecer al mundo una imagen de buena reputación y preocupación por el trabajador, el consumidor y el compromiso social. No es más que imagen basura. No hay más que preguntar a algún trabajador con algo de peso en una multinacional y con ganas de contar algunas verdades.

Para resumir, a pesar de la imagen de productividad infinita y poder de crear beneficios constantes, la mayoría de las organizaciones, al carecer de un propósito y sentido afín a nuestra existencia, están inmersas en un bucle de incompetencia a la hora de crear riqueza real para el ser humano y nuestro planeta. El mundo empresarial, tal y como lo conocemos a día de hoy, está condenado a transformarse o a desaparecer.

Entradas de la serie:

Resumen

La Filosofía del Materialismo

La Economía Insostenible

El Dinero para Devolver los Préstamos No Existe

Lucro y Poder

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3 responses to “El Sinsentido Común: Lucro y Poder

  1. Se podría decir tanto de esta entrada…

    «Las empresas carecen de un propósito y sentido afín a nuestra existencia»:
    En realidad sucede todo lo contrario: una empresa tiene que producir algo que la gente demande. Puede sugerir nuevos productos y servicios para ver si son aceptados, puede publicitarlos, intentar persuadirnos de que son estupendos. Pero en última instancia es la gente la que libremente decide consumir o no su producto.
    Si eso no es tener un sentido afín a nuestra existencia…

    El tema de la protección del medio ambiente como «bien común» es un tema delicado, donde cada parte tiende a ver sólo lo suyo.
    Habrá ecologistas que vean amenazas medioambientales desproporcionadas por todas partes, pero que son incapaces de ver los beneficios económicos de la producción industrial.
    Y al contrario, habrá empresarios que sólo vean la eficiencia económica y desprecien el impacto medioambiental.

    Y también es cierto que muchas corrientes del ecologismo desembocan en una especie de pesimismo autodestructivo en plan «los humanos acabamos con todo, la naturaleza era armoniosa y pacífica hasta que llegamos nosotros y perturbamos el orden natural… etc…»

  2. ¿Quién controla y regula realmente estos temas?.. Creo que nadie lo controla y quien tiene el dinero suficiente lo regula según su conveniencia. Todos estamos día a día enfocados en una carrera en la que el dinero, el beneficio económico y la rentabilidad son el único fin que justifica todos los medios.. que incluyen hasta la sostenibilidad del planeta que nos alberga. Como diría Ralph W. Emerson: Todas las cosas son dobles, tiene su anverso y su reverso. Si echáis una cadena al cuello de un esclavo, el otro extremo de ella se enrolla alrededor de vuestro propio cuello.

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